Nombre faraónico, atrayente, con un halo misterioso, oculto.
Pseudónimo más potente con mayúsculas, con necesidad de ser visto, de ser encontrado, de ser contactado.
Detrás un hombre; más sencillo de lo previsto, más accesible de lo pensado, más amable cuando se avanza y absolutamente sensible a las realidades imprevistas.
Hombre esperanzado, libre de pensamiento y razonablemente seguro de sí mismo que obra según un criterio que proviene de los acontecimientos de su vida; criterio que manifiesta con soltura y naturalidad.
El faraón fué un gran impulsor, quizá en este punto se una al hombre que porta ese nombre y quizá ese impulso le lleve a imbuirse en la fantástica palabra que llamamos "Amor".