SATÉLITES

   Te envío la Vía Láctea, es enorme, conocida su imagen, misteriosa, por más que se presuma de ser familiar.
   Te sugiero que aceptes tus satélites como algo imperfecto, querido o no: que aceptes palabras inaceptables como si fueran afectuosas.
   Te propongo aún más esfuerzo para que la mayoría de las actuaciones que presencies sean indoloras.
   Hace muy poco tiempo y te queda mucho por venir, date más del mismo y te enfriarás y es entonces cuando podrás verte en tu espejo sonriéndote y sonriendo al que ahora te ofenda sin pretenderlo y por fin amaté tanto como puedas.