OTOÑO CÁLIDO
Camuflada dentro de sus ropitas de color rosa se encontraba esta preciosidad de bebita, tostadita con los cachetes también rosas, mi sonrisa iluminó sus ojitos dormidos y admiré la perfección de lo visible.
Una niña recien nacida que me pareció reconocer.
Puse mi barbilla cerca de su boquita e intentó mamar, me sentí dulce gracias a ella.
Bienvenida a tu paso por esta vida.