UN PARÉNTESIS

En algún momento de la vida lo que es frágil se rompe, aunque hubieras pensado que era de hierró.
En algún momento, de los muchos momentos, la hermosura se marchita de repente, la belleza se hace fea, la dulzura amarga, a la juventud le salen canas y a la ilusión alas con las que vuela saliendo por la ventana no se sabe donde.
En algún tramo del camino, inesperadamente, encuentras un obstáculo insalvable y tienes que volver por donde viniste porque no puedes avanzar.
Esto no debe ser casual, porque nada lo es, aunque no se entiendan los porqués.
Los errores pueden ser grandes o muy simples, generalmente no son malintencionados pero se clavan, a veces, en un punto muy sensible de otros y destruyen la armonía.