CRISTALES ROTOS

Toda la vida recorriendo espacios imposibles, sin apenas medios que consiguieran el movimiento adecuado.
Todo el tiempo intentando saltar muros, con la mente puesta al otro lado; subir a los árboles con ambas manos, a veces atadas.
Los esfuerzos aplicados a sobrepasar las altas ventanas semiabiertas por las que no se conseguía ver las estrellas.
Por fín ,en un arranque de voluntad y por breves instantes, todos los cristales saltaron hechos añicos y la alegría inundó la estancia.