EN CLAVE DE SOL

Mi cuerpo es un enorme cuenco lleno de energía que intenta expandirse y llegar a todos los lugares posibles,a los más lejanos posibles y a los más difíciles posibles.
La gran mayoría son imposibles, los más interesantes lo son, tienen la atracción de lo inalcanzable.
Todo funciona en mí, sintiendo notas de música que se van uniendo hasta formar melodías increibles que me hacen sentir emociones inimaginables.
Casi todo lo que me sucede es inconcebible por su extrañeza, por su desfase en el tiempo, porque no me corresponde y lo curioso es que es creible y transmisible.
Me entrego, casi siempre, a la melancolía de las canciones que me definen, que definen a mis pensamientos ideales, a mis ideales en general.
La música juega conmigo a modelar mi estado de ánimo y me gana siempre, me seduce siempre y es que, yo la amo.