LA VECINA

   Hecha nacer, como otros de sus semihermanos, y quien sabe como se concibió, prestada a una señora que quiso tener hijos y no pudo.
   Lista y traviesa, mentirosa y actriz sin conseguir engañar a nadie porque es muy pudorosa e infantilmente cruel y provoca la huida.
   Adoptada por un marido generoso e inocente que le hizo, además de tres hijos, la gran faena de caer fulminado por un infarto mientras hacian el amor con menos de 50 años.
   Sus hijos abandonaron la casa rápidamente por dejar la tristeza atrás junto con su madre.
   Hasta donde yo sé, se lo comió en soledad y se arropó con ella destapándose solo para dejarse en el bingo lo que debería haber guardado.
   Al tiempo se echó un novio que ocultaba y que no daba la talla haciendo comparaciones.
   Comenzó a trabajar al poco tiempo y siguió jugando, se olvidaba de todo como los adictos.
   De pronto su corazón explotó y sus hijos descubrieron el pastel y en este momento fué rechazada, insultada y demás.
    Las amistades estuvieron al teléfono un tiempo pero ella dejó de conservarlos.
    Tuvo que dejar de trabajar sin el tiempo necesario para tener su pensión y seguir adelante con la ínfima que recibe por viudedad.
   Para seguir jugando habrá pedido dinero a mucha gente supongo, porque a mí me lo ha pedido y en dos ocasiones se lo he dejado.
    Para remate le quieren desauciar de la casa de alquiler antigüo donde vive, aunque parece que se ha resuelto a su favor.
    Vive en soledad desde hace muchos años, sufre de depresión y últimamente pacece brotes psicóticos.
    Siempre he vivido en la casa de al lado, hola y hasta luego.
   Desde hace ocho años ella me echó el lazo al cuello y me acosa por teléfono, apareciendo en mi casa sin avisar y siendo atendida siempre, en resumen robándome mi privacidad.
   Me pregunto porqué lo consiento, porqué me 
dejo, porqué no me siento capaz de romper haciendo añicos ese trato.
   No le quiero, ya ni siento lástima, ya ni quiero ayudarle, no le necesito para nada, más bien me sobra.
   Yo coseguí durante un tiempo ser amiga para ella, ella nunca fuè mía pero no me importaba, comprendía su vida.
   Soy la vecina de la casa de al lado y por el momento esclava de su soledad enfermiza.