ENEMIGAS
Mirando la belleza, las lágrimas sonrien; sintiendo la tristeza, el llanto es demasiado interior, nace del útero emocional formando una criatura deforme que extiende sus tentáculos por todas las arterias del cuerpo.
Las dos son esencialmente contrapuestas e igual de potentes.
Ambas componen el trasfondo de la vida y, cada cual, si es capaz, decide a cual de ellas deja el mando.
Cada uno decide ser más o menos contento; ser un poquito feliz es necesario; no te deja estar amargado.
Afortunadamente, por mucho que la negación te invada, todos debemos en algún momento decidir.
1 comentarios:
mis lágrimas sonríen cuando escribes, tati
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