CASI PERFECTO

Queriéndo, afanosamente, encontrar la armonía en mis asuntos, acudo a buscar la belleza en las cosas, la estética en las formas y los colores.

Acudo a buscar las personas que me muestran, a primera vista, el semblante con los rasgos más proporcionados.

Busco en la arquitectura de los antigüos edificios, pues me producen sensaciones ya conocidas, quizá de vidas anteriores.

Me siento en los lugares de la casa y del exterior, en los cuales encuentro más simetria de los elementos que tengo a la vista.

Intento siempre que la conversación sea amena y contenga un discurso que sea del gusto de los otros, donde no haya estridencias.

Busco ansiosamente el orden y la puntualidad.

Busco ansiosamente la paz y la serenidad.

Hay un punto de desequilibrio en mi mente que intenta solaparse con los detalles que creo detectar como perfectos en las cosas y en las personas.